Basado en las tradiciones de la artesanía italiana, Bottega Veneta ha marcado un estándar de lujo desde su fundación en 1966 por los empresarios Michele Taddei y Renzo Zengiaro en la región de Veneto, Italia.
La empresa desarrolló un distintivo diseño de tejido de cuero, llamado intrecciato, que se utilizó en muchos de sus productos y automáticamente se asoció con la marca. A principios de los 80, Bottega Veneta era una de las favoritas del jet set internacional. Zengiaro y Taddei se retiraron de la compañía en los años noventa y la fama y fortuna de Bottega Veneta comenzó a declinar. En febrero de 2001, Gucci Group adquirió la empresa, la cual se encontraba en una difícil situación económica. Tomas Maier fue contratado como Director Creativo. Después de recibir el control creativo total del diseño del producto, de las tiendas y de la publicidad, Maier se propuso devolver la marca a su identidad original. Destacó el intrecciato y se centró en la producción artesanal. Bottega Veneta presentó en febrero de 2005 su primer desfile femenino de prêt-à-porter y su primer desfile masculino en junio de 2006.
Bajo la dirección creativa de Tomás Maier, surgió una filosofía de estilo de vida única, definida por cuatro principios inmutables, los valores centrales de Bottega Veneta, que él llama “las cuatro piedras angulares”: Materiales de alta calidad, artesanía extraordinaria, funcionalidad contemporánea y diseño atemporal.
En los años posteriores, Bottega Veneta se ha establecido como una de las mejores casas de lujo del mundo. En perfecta armonía con el espíritu de la marca, su estilo característico es un concepto de lujo donde la discreción se encuentra con la perfección de productos de calidad excepcional.